Sepa cómo identificar y tratar correctamente una lesión.
Ya sea que usted sea un atleta superior o simplemente un aficionado, la lesión marca un alto en nuestro desempeño y puede conducir a la desmotivación y el desánimo.
Le daremos las claves para mantenerse motivado en caso de una lesión, controlar su condición física y mental, pero también volver a su mejor nivel.
Lesiones deportivas, lesiones físicas y mentales.
Una lesión nunca es solo física. Para cualquier atleta también causa daño moral. Porque da la impresión de un alto en nuestra búsqueda del rendimiento final, de un objetivo que nos habíamos fijado pero que no podremos alcanzar de inmediato debido a este.
Consulte a un especialista
Comience por consultar a un especialista que pueda tratar la lesión y que pueda atenderlo seriamente. Esto lo ayudará a recuperarse mucho más rápido y a tratar la lesión adecuadamente. Elija el especialista adecuado entre osteópatas, médicos deportivos y otros, que se encargarán de usted. Por lo tanto, actúe rápidamente y no deje la herida como está. Esto podría empeorar si no lo cuida desde el principio.
Reconocer la lesión.
Sobre todo, es importante conocer el estado real de la lesión y no ignorarla. De hecho, algunos atletas prefieren actuar como si nada hubiera pasado y continuar entrenando normalmente, con el riesgo de empeorarlo. Sin embargo, este riesgo puede conducir a una situación de lesiones graves e irreversibles.
Tiempo de inactividad o descanso
Conocer el período de inmovilización o el tiempo de recuperación necesario nos permitirá controlar mejor nuestro cuerpo y nuestra condición mental, ajustar nuestras sesiones de entrenamiento o imponer el descanso forzado.
Ciertas lesiones pueden obligarnos a descansar por completo, especialmente aquellas que ocurren en la espalda, por ejemplo, mientras que otras pueden reservarse para un músculo o articulación en particular y dejar el campo abierto para un entrenamiento adecuado. Una lesión que se produce en la mano o el dedo del pie no tendrá el mismo impacto si eres un corredor o si practicas tenis o ciclismo, por ejemplo.
Tener en cuenta el estado y el origen de la lesión.
Tienes que tratar de entender cómo y por qué te lastimaste. Esto le permitirá sanar mejor y especialmente no reproducir el mismo error tanto como sea posible.
Una lesión puede tener varios orígenes. Puede provenir de un entrenamiento inadecuado o demasiado intenso, falta de descanso, mala nutrición o incluso de naturaleza psicológica (miedo, estrés, etc.).
Adapta tu entrenamiento y dieta
Ahora que conoce mejor su lesión y sus posibilidades de entrenamiento y de acuerdo con la posible duración de su recuperación, adapte su entrenamiento y su dieta.
Aproveche la oportunidad de trabajar de manera diferente y mejorar sus puntos débiles.
Si usted es un corredor y se lesionó el pie, aproveche la oportunidad, por ejemplo, de hacer una correa para el vientre o hacer un trabajo de equilibrio. Si practica boxeo y se ha lesionado la extremidad superior, trabaje en su carrera, resistencia o potencia en las piernas. Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, aceites de oliva, pescado graso debe promover la curación. Por el contrario, prohíba las grasas saturadas y las proteínas animales que podrían ralentizarlo.
Si está inmovilizado, también asegúrese de comer menos de lo habitual para no almacenar. Coma comidas que sean menos ricas en carbohidratos, generalmente utilizadas como combustible durante el entrenamiento, para limitar el aumento de peso.
Para fijar objetivos
Finalmente, para terminar, establezca objetivos realistas que respalden su motivación y lentamente regrese a su mejor nivel. Sin embargo, no intente ir demasiado rápido para no recaer. Los objetivos concretos lo ayudarán a volver más fuerte y lograr un nuevo rendimiento. Descubre nuestros complementos alimenticios para deportistas
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